¿Te
acuerdas de las Navidades de los años 90´s?
Seguramente
recuerdas aquellas navidades de los 90´s, donde
soñabas con algunos equipos electrónicos que marcaron la moda de
entonces, seguramente deseabas que uno
de esos días de fiestas y regalos, algún hermano mayor o familiar se apareciera
con algún Walkman Sony o un flamante Súper
Nintendo especialmente para ti. En aquellas navidades, quizá te quedaste boca abierta cuando tu papá apareció en casa con
un reproductor VHS y la cinta de
Jurassic Park, la cual verían en su Tv
“gigante” de 21”. Las navidades de ahora ya no son las de antes, porque
nosotros tampoco lo somos. La gente estaba unida y las familias siempre tenían
una excusa para verse, y es aquí donde me detengo, porque es necesario decir:
Homenaje a esas cartas navideñas que se dejaban en los árboles de navidad, y
que junto a los miles de adornos copaban el emblema navideño hasta casi
botarlo. No eran las grandes cartas, pero sí simbolizaban esos kilómetros
recorridos por las familias que visitaban a las otras para entregar esta
tarjeta impresa que, además de tener un texto común, era rellenada con
dedicatorias de líneas curvas más largas
que los comentarios que escribías en tu fotolog cuando le subías una foto a
alguien. Esas cartas que desaparecían después del 6 o el 8 de enero junto con
toda la navidad, pero que al fin y al cabo representaban los mejores deseos
entre hermanos, amigos y primos.
Es
también el arbolito de navidad un emblema de esta generación que ha mutado con el transcurso del tiempo.
Entre más periférico cordillerano eras, más natural era tu navidad.
Creo
que esa era la navidad de verdad, y que luego del año 2000 y el ataque
informático, fue desapareciendo convirtiendo árboles naturales en árboles de
colores extra-inflamables; a las cartas en spam sobre el muro del facebook de
cualquier contacto; esos tiempos han cambiado, lo que daría yo por volver al
tiempo en donde lo que más me emocionaba era el abrir mi regalo que santa me
había dejado en la madrugada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario