Si algo ha buscado el
ser humano desde el inicio de su vida en la tierra es hacer que su estancia en
ella sea más cómoda y para conseguir este objetivo ha creado distintas
herramientas para facilitar todo aquello que desea conseguir.
¿Pero hasta qué punto
somos capaces de llegar con tal de facilitar nuestras vidas?
Una de las problemáticas
más comunes con la que nos enfrentamos es tratar de entablar relaciones con
otras personas y es que tal parece que día a día estas se van diluyendo aún más
con la llegada de plataformas digitales que prometían completamente lo
contrario: facilitar las relaciones humanas.
Se debe reconocer que
estas plataformas han sido de gran ayuda a la hora de resolver todo tipo de dificultades
que surgen cotidianamente, pero también han sido participes de una de las problemáticas
más relevantes de nuestra época: la destrucción de las relaciones humanas en el
mundo real.
Y es que así es, tal
parece que hoy por hoy vivimos en un mundo virtual, en donde interactuar con
otras personas está a tan solo un clic de distancia, donde podemos ser quienes deseamos, pero no
quienes somos en realidad. Se nos hace más fácil expresarnos a través de este
mundo ficticio, que tal parece que queremos volverlo real. Y es que vivimos tan
engañados al margen de él que nos hemos vuelto insensibles ante toda situación que
suceda en el mundo real, hemos devaluado tanto las relaciones personales que
terminamos rodeando una mesa familiar con todo tipo de aparatos electrónicos,
preferimos bajar la mirada para observar una pequeña pantalla que prestarle atención
a lo hermoso que puede ser el mundo a nuestro alrededor y es así como nos
volvemos presos de lo irreal, de la falsa imagen que se nos muestra en nuestros
teléfonos, nos hacemos esclavos de las personas que utilizan todo tipo de
plataformas digitales para manipularnos, para conseguir aquello que desean, para
obtener sus propios beneficios a través de la “sublimación” de los nuestros y
es que aunque parezca que esto es realmente posible,
todo queda en los límites del mundo virtual.
Las relaciones humanas
en el mundo real están en vía de extinción, siendo estas sustituidas por chats
en línea ¿y que estamos haciendo para evitarlo? ¡exacto, nada! Preferimos seguir
con la cómoda idea de sentarnos detrás de una pantalla para “conseguir” lo que
deseamos que no nos damos cuenta que todo lo que obtenemos es tan “real” como los sitios donde lo obtenemos.
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